El Día de Muertos es una celebración tradicional mexicana que se festeja a partir de la noche del 31 de octubre hasta el 2 de noviembre. Mientras que los habitantes de los distintos países de Latinoamérica honran a sus difuntos de diferentes maneras durante los dos primeros días de noviembre.
El Día de Muertos combina las tradiciones católicas europeas del Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos con los rituales aztecas de honrar a los fallecidos.
La tradición se originó al sur de México hace más de tres mil años con las primeras celebraciones de almas difuntas.
Cuando los españoles llegaron muchos años después, intentaron frenar la celebración ya que no se alineaban con sus propias creencias. Pero nada de lo que intentaron fue capaz de frenar el amor y el entusiasmo que tenían los nativos por este día, y con el tiempo, la fecha ha prosperado y evolucionado.
La Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos es un día feriado religioso dentro de algunas Iglesias cristianas, en memoria de los fallecidos. Se realiza el 2 de noviembre y su objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, en el caso católico, por quienes se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
Las principales iglesias, Iglesias Cristianas Ortodoxas Occidentales, Unión de Utrecht (Iglesias), Comunión de Porvoo, así como Comunión anglicana e Iglesia católica, acordaron tener el mismo calendario y días de celebraciones religiosas y santoral para facilitar las asistencia a sus feligreses a sus respectivas celebraciones.